Descripción
«Cuando me arrestaron me condujeron al Metropolitan Correctional Center New York (MCCNY), estos fueron los peores días que he pasado en mi vida, no se me quitaba un zumbido de mi cabeza, pensaba en mi familia, decía: «¿Quién me los maltratará?¿Cuándo los volveré a ver?» En realidad, estos eran momentos de tortura desesperantes, caminaba de un lado hacía otro, me subía y me bajaba de la cama, era un desastre, quería deshacerme de la existencia (suicidarme), pero lo más lejos que tenía era que allí estaba trabajando la mano del Señor. Yo que vivía con el dios que quería y no con el Dios que debía; no me pasaba ni por la mente, porque la confusión era de tal magnitud que ni yo mismo me sentía».
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