Descripción
La nada no es una, pues son múltiples esas ausencias que insisten en descomponer, eternamente, el vacío. Y si la misma nada es diversa, ¿cómo podrían ser una la mente que la piensa, la mente que la niega y la mente que la olvida? Es con cada uno de sus trabajos como la nada fabrica el sentido. Así, la posibilidad de iluminarnos depende de que aprendamos a vaciar la nada y a llenar el sentido. Nada es más fácil, pues nada es.
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