Descripción
Vestigios de mi baúl es más que una exposición estética o estilística: es un poemario que revela el rostro de la subjetividad conflictiva propia de la tradición de la poesía y del cancionero romántico caribeño y latinoamericano. Se trata de una estampa poética inspirada en relatos sobre la vida amorosa de mujeres, recogidos en universidades, centros escolares pre-universitarios, grupos de iglesias y otros espacios de convivencia social. La autora lo confiesa así: «en mis diálogos con otras mujeres, descubrí que la mayor porte de ellas han tenido experiencias parecidas en su forma de amar, pero para cada una es irrepetible. El conocimiento, la emoción y los valores que circulan en sus cuerpos, indican los procesos y señales de unas relaciones auténticas, generadoras de felicidad, que no olvidan ni abandonan, porque les sirve de fuente y sentido de vida. Por eso, las llevan como patrimonio corporal de su individualidad. Como mujer, personifico en versos ese complejo mundo del amar nuestro, de mujer, y al escribir poemas, siendo el bullir y la eclosión del amor que vive en mi memoria corporal. Pero también personifico el amor que se ahoga y vomita sufrimiento en la mujer. Es lo que me hace preguntar si, tras la felicidad, nos copa y nos mata la tragedia o nos quema el infierno».
Vestigios de mi Baúl no es ajeno a la confesión de la autora. Es un espejo de las fuerzas carnales y espirituales, estremecidas como realidad y como deseo derrotado, viajando en naves de posibles alcances amorosos y de imposibles logros. Su contenido es portal de poesía desnuda. Rompe el mito del amor como un santuario de espiritualidad lineal, de goce, poder y apropiación de seres extraños que entran, falsamente, a un rebaño despojado del sentido social de una ética y moral de vida. Si bien el amor en vestigios de mi Baúl es entrega y primavera, ha de enfrentarse a las condiciones adversas a una vida decente y feliz de mujer, condiciones de calvario y limbo de vida, que pasan por tragedia de moral en guerra, oleadas de espumas, tormentas de calor, sudor y lágrimas, siluetas de rocío, fuego, confusiones, odios, desprecio,vacío existencial, astío ante promesas de dioses en pasarelas, mori bundos: todo un antifaz de felicidad, que ha de enfrentar la mujer con firmes decisiones de renuncia y voces libres, que despiertan de la nada para devenir en creadores de nuevos sueños.
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