Descripción
Cuando a Juan Emilio Bosh y Gaviño se le diagnosticó el inicio de la emfermedad de Alzheimer en 1988, se empezaba a cerrar, en cierta forma, la vida activa de esste potentado aintelecto, valorable hasta el punto en que se conserva a la libertad de dicernir, la que estimamos resultó severamente afectada a partir de 1992. De ahí que resulte ahora comprensible la actitud de los principales dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ante el llamado de don Juana la desobendiencia civil por el fraude de las elecciones de 1990. lo secundaron tímidamente, como «para que no se dijese». Conocían de sus limitaciones mentales, y tenían miedo de que se enterase el pais, como sería inevitable desde el ejercicio presidencial, y que con la inhabilitación llegara el descalabro del buen negocio que ya sabían tenían a mano; eso mismos que nunca entendieron el proyecto de liberación nacional (el propósito básico del literato de La Vega era propiciar un gobierno de participación social que garantizase una mejor vida para todos: «Dictadura con Respaldo Popular»). «En realidad yo soy el producto de la sociedad en la que nací… He tendido que cargar pesado porque yo no sé hacer cosas a medias, y el hombre hace el trabajo en el espacio, pero también en el tiempo… para tener tiempo de ser un cuentista de ser un historiador , un sociológo, un politico, he tenido que trabajar cuatro veces más de lo normalmente hubiera trabajado si hubiese sido una sola cosa de esas cosas…?
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