Descripción
El Dios perro del pueblo taíno- encargado de poner orden a la entrada de los espíritus al cementerio- ha desaparecido, llevándose también las memorias de la tribu. No por casualidad el hecho ha ocurrido en el momento de la llegada de los hombres blancos a la isla. Los ancianos andan muy preucupados porque ese vacio hay que llenarlo con otro dios. para cumplir la misión, setenta indios salen en busca del guayacán milenario..
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