Descripción
Este emperador es el colmo de la coquetería, no piensa en otra cosa que no sean sus trajes. tiene uno para cada hora del día. Enterados de esto, «los mejores sastres del mundo» llegan a la ciudad para diseñarle con sus telas mágicas el traje más maravilloso que jamás se haya visto. Porque dicen que estas telas tienen algo muy especial: aquellos que son inútiles para ocupar el cargo que tienen a los tontos no pueden verlas. ¿Las verá el emperador? ¿O fingirá que las ve? ¿Puede el miedo de que nos vean como tontos convertirnos en verdaderos tontos?
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